Sarkozy
Nicolás Sarkozy, el Ministro del Interior francés y firme candidato al Elíseo, planea, llegado el caso, una revolución política en su país.
El hombre que hizo frente a las revueltas islamistas -ocultadas bajo la máscara del bandalismo callejero proletario- y , pese a toda la opinión neoprogresista, que en Francia es mayoría, salió victorioso. Las revueltas tenían como objetivo frenar la llegada de "Sarko" -como se le apoda- a la Presidencia. Los instigadores de las quemas de coches sabían que, de consumarse la carrera política de Sarkozy, se les acabaría toda facilidad de seguir implantado soberanías coránicas al margen de la legalidad republicana.
El ministro galo, que en sus polémicas declaraciones siempre ha dejado patente su intención de cambiar la política francesa de la última mitad del Siglo XX, está haciendo temblar a muchos, desde la oligraquía político funcionarial hasta la red de ulemas radicales que se extiende por toda Francia, pasando por países comunitarios como Alemania que ven su hegemonía compartida con otros cinco países como propone Sarkozy.
Como puntos más candentes, la negación a la entrada de Turquía a la UE o la ampliación de los poderes del presidente.
A la añeja República de la Libertad, Fraternidad e Igualdad, le queda renovarse o morir. El sistema se desborda.
Considero, a contadísimos políticos, capaces y competentes. Sarkozy es uno de ellos.
1 comentario:
En ese punto, estoy de acuerdo contigo, no todo lo que Sarkozy propusiera iba a ser perfecto, claro.
Pero dicha propuesta tiene su lógica política y comunitaria. Pretende reducir el contenido del actual Tratado Constitucional -que no Constitución- y aprobarlo, como todos los Tratados y Políticas Comunitarias, se hacen sin el consentimiento popular. Quizás, así sería de aplicación más rápida, pero, como has apuntado, en ese punto yo preferiría que se volviera a refrendar ya que, es una Constitución y es necesario hacerlo.
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