4.3.11

Cuando...

Cuando el cielo pesa y la llovizna hunde a los ánimos. Cuando la música suena triste y transmite nostalgia nociva. Cuando las miradas se empañan y las sonrisas se humedecen. Cuando al caminar los pies lloran y las manos maldicen. Cuando el tiempo despedaza, derriba, vence. Cuando la esperanza se diluye por las alcantarillas. Cuando los sueños se disipan en el humo de los vehículos. Cuando la alegría se desdibuja en el gentío, en la marabunta.

Cuando el presente se pierde en la espera de un semáforo. Cuando sólo queda la memoria, el pasado. Cuando el mañana no existe, ni importa. Cuando dejar de avanzar significa caerse. Cuando no hay péndulos, ni balanzas. Cuando el único analgésico es el techo y la cama. Cuando el único remedio es perderse en lo más sencillo y banal.

Cuando un día rudo y gris de invierno se alza victorioso. Cuando declaramos la derrota. Cuando pese a todo, seguimos, y seguiremos.

2 comentarios:

Guido Finzi dijo...

Vivimos malos tiempos para la lírica, y aunque las evocaciones pretéritas nos traigan un amargo regusto a nostalgia, no siempre es bueno invocarlas. Es preferible, por salud mental y física (el corazón llega a dolor de modo manifiesto) mirar siempre hacia adelante, y pensar que, lo mejor, siempre está por llegar.

Shabat Shalom

Anónimo dijo...

Tenga a bien bendecirte El Señor nuestro D-os , bendiciones al que alegria trae ( aunque esta sea del mal chiste de tirarse un pedo y hacerse el pelotudo para que los amigos rian )