New York

New York. La gran New York, la capital de Occidente, la representación de la libre condición ciudadana, el centro mundial de las artes, la urbe en donde cada habitante se siente en una película de la lucha por la vida...ha sido noticia hoy, para mí, vía radio.

Resulta que, no sólo es de las ciudades más verdes del planeta, aunque no lo parezca -o no quieran que sea así los fóbicos antiamericanos europeos y neoecologistas de pacotilla-, sino que además van a construir en su suelo rascacielos ecológicos. Chupaos esa antigringos patológicos.

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New York.

New York. La ciudad de Allen, Sinatra, Dietrich, de los Corleone, y, de tantos otros que se sintieron parte de esas calles paseando por sus entrañas.

New York. La ciudad que se ha convertido en el símbolo de la resistencia al totalitarismo y la tiranía desde la Segunda Guerra Mundial, y, sobre todo, desde aquel salvaje y fatídico 11-S.

New York. La ciudad de tantos amores perdidos y olvidados, de tantos sueños y esperanzas, de tantas escuelas urbanas, de tantas vanguardias incipientes, de tantas tendencias incontrolables, de tanta humanidad y arte en cascada.

New York. La ciudad de los edificios que se pierden en las nubes, de los animales de ciudad, de los taxis amarillos, de las mil y una calles.

New York. La ciudad.