26.11.08
¿El último herzeliano?
Vía Fundación ACOM
19.11.08
Homenaje a John Williams
Disfrutadlo.
4.11.08
Por qué apoyo a Obama...
Mi círculo ideológico –aquellos que en mayor o menor medida coinciden con mis postulados- me reprochan mi apoyo a Obama. Desde que no es amigo de Israel hasta que es un intervencionista semicomunista, pasando porque es pura propaganda e imagen y que su discurso es vacuo e inerte. Argumentemos, pues, mi apoyo por el que probablemente vaya a convertirse en el primer presidente negro de la historia de los EEUU.
1-Obama es amigo de Israel. Al día siguiente de ser nominado para la candidatura demócrata, fue al AIPAC. En su discurso declaró algo que jamás ningún otro candidato a la presidencia de EEUU se atrevió a musitar –ya puestos, tampoco ningún presidente-: Defendió la indivisibilidad de Jerusalén como capital del Estado Judío. También aseveró que es la hora de estar con Israel y que utilizará todo su poder, todo su poder, para evitar un Irán nuclear. Además, su número dos, Joe Biden, a parte de ser un experto en política internacional, se ha declarado en varias ocasiones y abiertamente sionista.
2- Sus medidas intervencionistas. Obama es intervencionista -¿qué gobernante no lo es?- pero con serios matices. Un intervencionista en EEUU es en España el mayor liberal del PP -aunque en el PP de hoy estén en espantada los liberales, digamos liberal a Aznar o Esperanza Aguirre-. Va a tomar medidas para resolver la crisis –todas las crisis económicas se resolvieron con medidas intervencionistas, lo que no quiere decir que la socialdemocracia sea una buena receta económica- y para que todos los ciudadanos estadounidenses tengan cobertura médica. Como amante de EEUU y de su cultura, me duele que haya cincuenta millones de personas sin seguro médico. Y por ello no soy ni comunista, ni socialista, ni antiamericano. Ni Obama tampoco.
3- Lo que su victoria demuestra. Siguiendo en la misma línea de mi apoyo a EEUU, el hecho de que ganara Obama sería un serio varapalo para los mitos antiamericanos creados y alimentados por la izquierda europea. Menudo país más racista que tiene como presidente a un negro con raíces musulmanas. La imagen de tierra de democracia y libertad que representan los USA sería incontestable.
4- Irak. Yo, en su día, apoyé la intervención en Irak. No me parecía, ni me parece mal que caiga un gobierno genocida y se instaure una democracia. Pero se ha convertido en un atolladero -además no era de urgencia acabar con Sadam Hussein- con difícil resolución, ha costado la vida de miles de soldados americanos y miles de civiles iraquíes por atentados terroristas –qué extraña es la resistencia iraquí, es la única de la historia que mata a civiles de su propia población, en mi diccionario eso se llama terrorismo-, un gasto de dinero inimaginable y ha supuesto darle alas al verdadero peligro, que es Irán. Salir de Irak y darle el mando al nuevo gobierno democrático establecido debe hacerse. No tan rápido como oferta Obama, pero tampoco tanto tiempo como propuso McCain. También habrá que salir de Afganistán.
5- La alternancia en el poder es necesaria. Durante estos ocho años, los pasos de
6- Los tiranos andan contentos. O eso dicen. Chávez y Ahmadineyad, por ejemplo, desean que gane Obama por varias razones. A destacar, dos. Encadenadas. La primera es ingenuidad, piensan que el negro, Chávez dixit, será más indulgente con sus travesuras, y en el caso de que no lo sea, aquí tenemos la segunda, atacaran la supuesta debilidad – la manía de tachar de palomas a los demócratas…demócratas fueron Truman que tiró la bomba atómica o Johnson que endureció la guerra en Vietnam- de Obama. El candidato a
7- Su carisma, su mensaje de esperanza. Toda nación en crisis necesita un líder que de esperanzas. Obama lo hace. Sus discursos no son vacuos. Siempre llama a la unión –we are one people, we are one nation, and together, we will begin the next great chapter in the American story with three words that will ring from coast to coast; from sea to shining sea- de la nación y al cambio. Ha rescatado la esencia de Martin Luther King y ya ha demostrado que el sueño americano está vivo. En cambio, McCain habla de renovación con 72 años.
Con todo esto, seguro que me rebatirán punto por punto y argumento por argumento. A día de hoy, sigo pensando que el cambio le traerá bueno a EEUU. Es necesario para cualquier democracia. Y más aun, para LA democracia.