31.10.10

Ganas de convivir

Lo reconozco. Soy un escéptico en lo que se refiere a eventos de este tipo, los cuales son necesarios para demostrar que la convivencia es posible, pero que suelen estar empapados de buenas intenciones con fecha de caducidad y sirven para justificar el sueldo de algún cargo político. Por ello mismo, reconozco también, que mis expectativas no apuntaban muy alto cuando me dirigía a Sevilla a un Diálogo Interreligioso que iba a reunir a 44 jóvenes musulmanes, judíos y cristianos de toda Europa. Pero la realidad se dio de bruces con mi derrotismo.

Dicho diálogo duró dos días y medio y estuvo patrocinado por el World Jewish Congress y por la Fundación Tres Culturas. El transcurso del evento, así como la organización resultaron impecables. Las sesiones tenían lugar en la sede de la Fundación la cual está edificada con una exquisita arquitectura mozárabe -fue el pabellón de Marruecos en la Exposición Universal de 1992- y el nivel de los conferenciantes en dichas sesiones fue sobresaliente. Desde Esther Bendahan, escritora y directora de Cultura de Casa Sefarad, hasta Fiyaz Mughal nombrado Sir por la reina de Inglaterra y pionero de los microcréditos en Paquistán, pasando por Antonio Nuñez Martín, director del IESE Bussines School, todos nos brindaron una cosmovisión de cómo hay que entender la convivencia y los peligros que la acechan. Esther Bendahan apuntó que la violencia hay que dejarla a un lado si se quiere convivir y que hay que excluir a los que la predican y viven de ella, y Farid el Asri, filólogo, historiador y profesor universitario en Bruselas nos ilustró la manera en la que la imagen y su utilización tendenciosa puede crear un perjuicio o un tópico –algo a lo que los judíos estamos demasiado acostumbrados.

Pero lo más interesante, fueron los grupos de trabajo que formamos entre los participantes para la creación de proyectos interreligiosos. Los que somos twitteros –usuarios de la dinámica y popular red social Twitter- estuvimos de enhorabuena cuando Michael Amselem, emprendedor francés y judío, propuso el hashtag #iFaith –nombre con el que se designa a una etiqueta en Twitter que hace más cómodo y sencillo el buscar o seleccionar un tema en dicha red- como lanzamiento de una campaña en la red que generara influencia sobre las ideas de diálogo y cooperación entre las tres religiones monoteístas. Las propuestas, durante el evento, brotaron incesantemente. Personalmente, mi propuesta fue la creación de seminarios y encuentros entre adolescentes de las tres religiones en un contexto lúdico.

Como broche de oro al primer día, nos brindaron una visita guiada a los lugares más significativos para las tres religiones en Sevilla: La torre del Oro, La Plaza de España, La Judería y la Catedral. La judería, especialmente, transmitía un encanto desolador. Sus calles serpenteantes y envolventes y el aroma de la tarde otoñal en el casco antiguo sevillano propiciaban que los 44 jóvenes que transitábamos por ellas nos sintiéramos como siglos atrás se cuenta que se sintieron nuestros antepasados: habitantes de una misma plaza, vecinos en la cotidianidad, personas con valores comunes que sus grandes libros les otorgaron: amor al prójimo, caridad y respeto.

Aquellos que aún creemos en la raza humana, y en algo que se llama Libertad, solemos estar –o al menos presumir de ello- libres de prejuicios hacia el que tenemos en frente o al que viene de fuera. No creemos en la responsabilidad colectiva ni en ningún silogismo racista o xenófobo para juzgar a alguien por su creencia, color de su piel, ideología, sexo o procedencia. Pero no es suficiente con creer en ello. No es suficiente con colgarse un cartel o adjuntar en el DNI un enunciado que diga soy tolerante. La tolerancia se practica y se experimenta. Para ello, pocos escenarios son comparables a sentarse en una misma mesa a almorzar con musulmanes, judíos y cristianos de medio mundo y conversar sobre trabajo, cine, viajes o el postre. Nada derriba mitos y clichés como compartir trabajo y vivencias cotidianas con el otro. Lo mejor para percatarse de que no todo musulmán es un fanático dispuesto a inmolarse ni que todo judío es un avaro conspirador, es compartir lo que tenemos en común: ganas de vivir, de convivir.

Aquí dos entrevistas televisivas sobre el encuentro en las en las que intervengo:

Canal Sur (videos del 19 de octubre, Diálogo Interreligioso en Sevilla)

ElMundo.es de Andalucía


17.10.10

Hambre y pobreza

Este verano leí tres libros del escritor norteamericano de novela negra Harlan Coben -en una entrevista que concedió hace un par de años a La Vanguardia, afirmaba que el escribía para sus lectores, no para el mismo, como hacen muchos. No pasarán a mi historia personal como grandes obras, pero, amén de entretenerme mucho -leí los tres en una semana-, desprendían, en alguna que otra narración, destellos de genialidad, que por su sencillez y vehemencia, sí perdurarán, al menos, en esa loca obsesión mía de analizar todo lo que me rodea.

Pocos días atrás, decidí lanzarme con otra de sus novelas, El Bosque, y descubrí otro de esas fulguraciones de genialidad de las que hablaba que me gustaría compartir con los que aún se pasan por este rinconcito digital mío:

Vives con ese bienestar absurdo y te pierdes. Te preocupas por tonterías como la esperitualidad y la salud interior, la satisfacción y las relaciones. No tienes ni idea de la suerte que tienes. No tienes ni idea de lo que es pasar hambre, quedarte en los huesos, mirar impotente cómo alguien que amas, alguien joven y teóricamente sano muere lentamente, y una parte de ti, una parte de ti horriblemente instintiva, casi se alegra porque ahora tendrá media rebanada de pan más para comer.

Sí, los occidentales andamos quejándonos todo el santo día. Los que nacimos sin tan ni siquiera suponer que era escasez, jamás calculamos o nos hacemos una idea de la suerte que tenemos. Hay muchos más, uno de cada seis en el planeta, que también necesitan esa suerte.

Desgraciadamente la mipoía de muchos líderes que sólo se ocupan en justificar sus sueldos obvia que la cifra de pobreza ha bajado como la espuma -gracias a una cosa llamada Democracia- en los últimos cincuenta años y que para seguir mejorando no hay unicamente que enviar ONG's, sino que hay que promover la caída de los regímenes totalitarios y salvajes que copan las multimillonarias ayudas internacionales y oprimen a sus pueblos.



En un capítulo de El Ala Oeste de la Casa Blanca -qué grande es Aaron Sorkin- un candidato a presidente en un debate electoral propone que para erradicar la pobreza no hay que dar el pez, sino la caña. Y también quitar de en medio al que no deja pescar.

9.10.10

El concepto de ángeles

Uno de los clichés antisemitas clásicos es ese por el cual se intenta concebir a la totalidad del pueblo judío -siempre aplicando la responsabilidad colectiva- como una especie de ángeles, santitos o personas rebosantes de bondad y caridad. Todos, se supone, deben de ser buenos y ejemplares, y si alguno se sale del papel...pues vía libre para el prejuicio y la descalificación.

Esta semana hemos tenido dos ejemplos paradigmáticos del concepto de ángeles que han dado, como es costumbre cuando Israel está de por medio, la vuelta al mundo. En primer lugar el video de un chaval del ejército israelí danzando alrededor de una prisionera palestina. Después, la embestida o escapada, según se mire, de un israelí, ante la lluvia de piedras que recibía su coche en el cual también estaba su hijo. Si ambos no hubieran tenido lugar en Oriente Próximo poco o nada se hubiera sabido en los medios, como poco o nada se sabe cuando civiles mueren en Pakistán o Yemen, por ejemplo. Sólo una mención rápida y fugaz es suficiente cuando las víctimas no son palestinas, no es nada nuevo.

Pero la gamberrada irresponsable y de mal gusto de un jóven militar, o el intento de evitar el linchamiento por un padre y proteger la vida de su hijo -los palestinos no están tan puestos en eso de proteger a sus descendientes-, adquieren una atención mundial excesiva no solamente porque los protagonistas son judíos, sino porque también es una forma de que los ciudadanos occidentales no tengan que mirarse al espejo. No quiero ni pensar lo que un padre español, con toda la razón de su lado, hubiera hecho si unos cuantos chavales le apedrean el coche y le impiden el paso amenzándo su vida y la de su hijo, ni tampoco quiero ni mentar ni enlazar los videos en YouTube que hay de las gamberradas que hacen los legionarios y militares españoles.


Hace poco comentaba con una amigo que el conflicto de Oriente Medio, ha llevado a la racionalización del Antisemitismo. Todos los topicazos antisemitas encuentran un pretexto razonable (Cosnpiración judía mundial=lobby judío estadounidense, judíos asesinos de niños=israelíes asesinos de niños palestinos, judíos ladrones y avariciosos=israelíes robando tierra a los palestinos...) y los dos ejemplos de esta semana, no escapan a dicha afirmación tan acertada.