Esto del Twitter me ha hecho escribir menos en el blog, y eso que en este nuevo ciclo había empezado posteando con frecuencia y ganas, pero ante la comodidad y dinamismo de los tweets es dificil resistirse. En cualquier caso, esta es una trinchera que he jurado no abandonar mientras esta tragicomedia que llamamos vida me deje. Y qué mejor que volver a ella, ocasionalmente, acurrucado en una noche apacible, aliñada con David Bowie, Jimmy Hendrix y algo de U2, y como no, impregnada de nostalgia.
La nostalgia, cuánto le debemos, los que nos gusta esto de escribir, a la nostalgia: "El hombre no está satisfecho de ser hombre. Pero no sabe hacia qué regresar, ni cómo volver a un estado del que ha perdido todo recuerdo claro. La nostalgia que tiene de él constituye el fondo de su ser, y a través de ella comunica con lo más antiguo que subsiste en él" Emil Michel Cioran
Cada persona mide las épocas de su vida, los años que transcurren, las etapas, asociándolas a hechos o circunstancias que han dejado huella en dichos lapsos de tiempo. Desde sucesos trágicos hasta grandes alegrías y dichas, pasando por acontecimientos deportivos o libros que ha leído, por ejemplo. Yo no escapo a ello, tampoco. A principios de este año 2010, enfrascado en quehaceres impropios que pago en intereses de demora por haber establecido un sistema de prioridades sin organización aparente, estuve una semana, literalmente fascinado con una serie que, como todas las obras de arte a las cuales amo, me hizo sentir como ese niño que siempre he sido y siempre he querido ser. Un pequeñajo fascinado por epopeyas y aventuras, por grandes personajes luchando contra la injusticiay contra el mal, por grandes sentimientos llevados hasta sus últimas consecuencias, por grandes gestas, por valores imperdurables...y por todo aquello que, ciertamente, provoca agradecimiento a un Ser Supremo en el cual creo, por todas las cosas buenas, que las hay, en esto de formar parte de la Humanidad. Un pequeñajo fascindado por sentir en primera persona desde el sofá de su casa o desde la sala de un cine -alumbrado por ese halo de luz envolvente que tantos tesoros incalculables me ha regalado- todas las vidas que jamás vivirá.
Esta serie, que posee todo esto -Aventuras, acción, filosofía, amor, enredos políticos, banda sonora etc etc...como la posee la más grande todas las epopeyas, Star Wars, de la cual mi admirado Gabriel Albiac escribió que es lo único que nos queda de la segunda mitad de este siglo, aparte de algunos discos de Rock and Roll- se llama BattleStar Galactica. Una serie de cuatro temporadas impecables -aunque parezca que el argumento empieza a desfallecer en la cuarta temporada, culmina con un final inmejorable- en las cuales el entretenimiento se mezcla con debates existenciales, con intrigas políticas y hasta antropológicas, y también, como no, de alcoba.
Ojo, no he visto la versión de los 70's, que sólo duró dos temporadas. Esta es de 2003 y acabó en 2009, dejando a su paso 3 telefilmes, y un spin-off, Cáprica, que es una megaprecuela virtuosista y glamourosa de la que nos ocupa.
BattleStar Galactica es una auténtica gozada. Una serie experiencia religiosa (como me confesó Santiago Navajas) en toda regla. Y yo, la evoco, como una parte de mi vida que siempre estará presente en estas noches envueltas de nostalgia y melancolía. So say we all...
No voy a contar nada del argumento, para ello ya está la biblioteca universal a golpe de click. En cambio si dejaré algunos videos molones que encontré en YouTube:
Este no me deja insertarlo.
9.5.10
Battlestar Galactica, un pedazo de biografía
Publicado por
Eli Cohen
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2:23 a. m.
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5 comentarios:
So say we all!!
Yo con "Galáctica" tengo el problema de que sí que he visto la serie de los 70, de hecho la vi ya de niño, por eso no acabo de acostumbrarme a este remake. Además, al lado de Star Wars las demás sagas de ciencia ficción se vienen abajo...
P.D. para el judeófobo que firma como Xavier: menudo esfuerzo que te has pegado, machote. Dar con la forma de demostrar al mundo con sólo 10 palabras que eres un imbécil te habrá costado un gran esfuerzo. Descansa, no se te vaya a quemar la media neurona que tienes, anda.
Elentir, entiendo que la Galáctica original ciertamente plagiada de Star Wars ta haya generado ciertos prejuicios respecto a esta, y es una lástima, ya que la madurez en el tratamiento filosófico y antropológico de la Galáctica reimaginada la hace estar a años luz (sic) de Star Wars, la cual es simple entretenimiento u gusto estético.
Saludos
Bueno, yo llevo con la cabeza bien alta eso de ser un gran fan de Star Wars. La saga galáctica es parte de mi vida, sin más. Por ello no creo que ponga jamás por encima, pese a que me ha encantado, a BSG.
Pero BSG y Star Wars tienen, como ya he escrito, puntos comunes genéricos que las hacen únicas y maravillosas. Pero difieren en otros aspectos, como apunta Lino por los cuales no creo que tengan que excluirse la una de la otra.
Las dos son imprescindibles, aunque una, Star Wars, lo sea más que la que nos ocupa.
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