11.9.06

Terrorismo judío

Considero a Periodista Digital uno de los mejores medios de la red. Su director, el mítico periodista a quien tengo, también, en gran estima, Alfonso Rojo, ha hecho un trabajo formidable. En la blogozona de la web, escriben plumas y cabezas tan altas como Gustavo de Arístegui, el Doctor Shelanu, Lorenzo Abadía, Ciutadans de Catalunya, Alejo Vidal-Quadras o Tizas, en donde se encuentra doctrina y análisis fundamental para comprender la cambiante realidad.

Sin embargo, no quita que -es un modo de medir la grandeza de los anteriores autores- verdaderos aficionados e incultos, cuando no, antisemitas clásicos como el elemento - casualmente, afortunado de mí, es paisano mío- con el que me he topado, expongan su basura retrógada en El periódico de los periodistas.

Este chaval, Jesús Nieto -periodista dice-, que recuerdo por publicar, en un libro raquítico, el cual se presentó en la Facultad de Comunicación de Málaga, un artículo acusando de genocidas a Bush y a Sharon -titulandolo: El texano y el judío-, ha mancillado el trabajo de Alfonso Rojo -orgulloso proisraelí- y de todos sus colaboradores al exponer, en su blog, un post , Terroristas de misil y Torá, mezcla de odio, ignorancia absoluta tanto en historia como en derecho y actualidad internacionales, amen de una maldad intrínseca reflejada en la clásica retórica tipo todopoderoso lobby sionista, la comparación más aberrante, que se practica como deporte favorito entre los intelectualoides neoizquierdistas -filoislamistas- en este contienente arcaico, cobarde y enfermo. La comparación favorita de estos antisemitas de siempre, antisionistas de hoy, Perednik dixit. Esa que, supone, cada vez que se practica, una derrota para el ser humano, un desplome de la humanidad ante la oscuridad. Ante el mal absoluto. Porque el Holocausto fue absoluto. Y compararlo, medirlo -hasta mencionarlo en el mismo texto- con el sufrimiento del pueblo palestino y la política israelí al respecto, también refelja algo absoluto: Ignorancia o maldad. O ambas.

Duele -duele- ver como este bichejo se llena de orgullo auto-onanista, al mencionar, con una suprema facilidad, palabras como Genocidio u Holocausto, sabiendo uno al mismo tiempo que jamás alcanzará a entender, en su tristísima vida, lo que supuso para el mundo las chimeneas de Auschwitz o Treblinka. Su actitud comparativa responde a la textura moral de un desalmado.

Infame, sobre todo.

1 comentario:

Daniel dijo...

Shalom Eli.

Excelente post. He utilizado este aberrante artículo que es una apología al odio antisemita para cambiar su orientación, cambiando una cuantas palabras.