Leo en el obituario de El Mundo la noticia. La última vez que leí algo sobre él fue en un dossier sobre las personas que habían salvado a judíos del exterminio.
Pego la necrológica completa:
El rabino que salvó a miles de judíos rumanos
El Gran Rabino de Ginebra, Alexandre Safran, ha fallecido a los 96 años de edad, dejando tras de sí el recuerdo de un hombre que durante la II Guerra Mundial salvó la vida de casi 400.000 judíos que vivían en Rumanía, su país natal.
Alexandre Safran nació, en 1910, en la pequeña localidad de Bacau, situada en el antiguo reino de Regat y, desde niño, se dedicó de lleno al judaísmo. Con sólo 29 años, fue nombrado Gran Rabino de su país y su elección provocó un problema constitucional por no tener la edad mínima de 40 que exigía la ley para ocupar este cargo. Las normas de aquella época preveían que el Gran Rabino ocuparía, asimismo, un escaño en el Senado y tendría el título de Senador del Reino, único puesto político reservado a los judíos. Para que Safran pudiera desempeñar estas funciones, hubo que apelar a la Alta Corte de Justicia, que derogó excepcionalmente esta regla constitucional. Desde aquel momento, el joven Gran Rabino representó a los 800.000 judíos que vivieron en Rumanía durante los años más oscuros, en los cuales la comunidad judía se encontró a merced de la dictadura de Antonescu y de los nazis.
A partir de 1940, la situación degeneró sin cesar intensificándose las drásticas medidas tomadas por el Gobierno, tales como las discriminaciones y el comienzo de las deportaciones en condiciones atroces hacia Transnistria, alejada región de Moldavia. Safran salió a la defensiva, alertando a las autoridades eclesiásticas y a la opinión mundial sobre el destino reservado a los judíos rumanos bajo la dictadura de Antonescu y, gracias a su papel determinante, logró -con la ayuda de los reyes de Rumanía, el nuncio apostólico Cassulo y el embajador suizo René de Weck- salvar a la mitad de la población judía.
Logró escapar milagrosamemte a tres atentados y fue condenado a muerte, pero, a pesar de las dificultades, organizó el consejo clandestino para la salvaguardia de los judíos rumanos. Finalmente fue expulsado de su país por el régimen comunista en 1947, refugiándose en Ginebra, tal y como hicieron otros grandes personajes judíos de la época. Un año más tarde fue nombrado Gran Rabino de Ginebra y mientras ocupaba este cargo luchó por el acercamiento judeo-cristiano.
Durante los años siguientes, Safran continuó implicándose en el acercamiento de ambas confesiones, estableciendo relaciones de confianza con las más altas autoridades de la Iglesia, particularmente con el nuncio Roncalli, el futuro papa Juan XXIII, artífice de la declaración conciliar Nostra Aetate. Además, durante el Concilio Vaticano II, el cardenal Agustín Béa, que representaba al secretariado romano para la unidad cristiana, viajó en numerosas ocasiones a Ginebra para entrevistarse con él.
El Gran Rabino fue profesor de la Universidad de Ginebra y escribió varios libros, entre ellos, Esbozo de una ética religiosa judía. En la década de los 70 consiguió, de nuevo, aliviar el sufrimiento de los suyos interviniendo cerca de las autoridades políticas y ecuménicas en el transcurso de la guerra entre Israel, Siria y Egipto, obteniendo garantías acerca del futuro reservado a los prisioneros judíos. Volvió a su país, por última vez, en 1997, realizando una corta visita en la que fue recibido triunfalmente por las más altas autoridades rumanas.
Alexandre Safran, Gran rabino de Ginebra, nació en Bacau (Moldavia) en 1910 y falleció en Ginebra el 26 de julio de 2006.
1.8.06
El pueblo judío pierde otro héroe
Publicado por
Eli Cohen
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en
5:00 p. m.
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