Un yihadista en España


Gabriel Albiac examina, con la maestría intelectual que le caracteriza, la llegada a España de uno de los ideólogos yihadistas más importantes del mundo. Sus galones rezan que tiene la entrada vetada en Francia y en EEUU. Llega invitado, como muy bien cita Albiac, por unos amigos menores de Zapatero: La Fundación Atman. Al acto en el que iba a hacer su aparición el espécimen islamista anunciaron el PP y el Embajador de Israel, Victor Harel, que no acudirían. A lo que
Germa Martín Muñoz, presidenta ejecutiva de dicha Fundación, ha respondido que ellos son los intolerables y excluyentes. Execrable. Gema M;artín Muñoz, claro.

Gustavo de Arístegui, excepcional conocedor del Islam en su totalidad, analiza también en su estupendo blog la visita del lider yihadista.

Resulta repugnante que un predicador de la mascotización de las mujeres, que justifica los abominables asesinatos del terrorismo islamista, que, sin ninguna duda tiene contactos, como ya dijo Francia, con comandos terroristas islámicos en Europa; que aboga por la Sharia, por la lapidación de las adúlteras y por demás barbaridades emanadas de la doctrina yihadista, se le reciba como un Jean Paul Sartre a finales de los sesenta. Su presencia en este país nos mancha a todos los que vivímos en él.